52.760 es la cifra de la vergüenza, cifra que se corresponde a las muertes de personas que han intentado llegar a Europa y que han sido contabilizadas desde el 1993 hasta 2023 por la agencia United for Intercultural Action. La mayoría de las muertes han sido en el Mediterráneo. Se calcula que solo una tercera parte de ellas están contabilizadas.

Ante este drama, deicídí mirar a los ojos a personas que han huído de la guerra en Siria, del terrorismo presente casi cada día en paises como Afganistan, Pakistán o Irak. Personas que han huído perseguidos por sus gobiernos de países como Irán o Turquía.  Seres humanos que huyeron del Congo por culpa de la guerra del Coltan. Adolescentes subsaharianos que caminaron durante años desde sus países de origen hasta llegar al nuestro, pasando por el infierno que viven en Marruecos, para poder hacer el último tramo en patera donde algunos de ellos vieron morir a familiares o amigos. Adolescentes que llegaron desde Senegal, Guinea Conakry, Mali, Nigería, Ghana o Costa de Marfil.

Este proyecto nace de PHES “Fotografía Española Solidaria” en el que viajamos a cuatro países, Grecia, Serbia, Turquía y España. Quisimos acercar la fotografía a estas personas que están en un lugar de tránsito, atrapadas en un país en el que no desean vivir. Les hemos proporcionado cámaras desechables para que cuenten como es un día en su vida en ese espacio que habitan y que nada tiene que ver con su verdadero hogar.